Rioja Alavesa continua en clave de desarrollo local. Hemos concluido el primer Campus Enogastronómico de Rioja Alavesa. Un espacio en el que aprender, discutir y conectar con los mayores expertos nacionales e internacionales del mundo del enoturismo y del vino. A lo largo de tres semanas se ha impartido formación especializada en enoturismo entre viñedos. 20 cursos diferentes para que los profesionales del sector puedan ampliar conocimientos, reciclarse y especializarse. 141 alumnos procedentes de bodegas, empresas de receptivo, hoteles tiendas y pequeños negocios. Su valoración es una nota media de 8.2 este Campus.

Enoturismo es sinónimo de Desarrollo local. Hiria UP, ha estado presente desde la gestación del campus. Aportando criterios estratégicos y desarrollando la secretaria técnica junto a amigos y colaboradores de «Four and You» y «Ke hay Ke».

«Añada Conocimiento»​, es la marca de referencia que identifica este campus. Esperamos, desde la secretaría técnica, convertir en una seña de identidad para Rioja Alavesa.

Dentro del “Storytelling” que se está utilizando en el sector del enoturismo para generar vínculos emocionales entre el cliente y la bodega, las nuevas experiencias juegan un papel fundamental. Ello implica una importante apuesta de estos operadores por el enoturismo y con ello, la inversión en equipamientos e infraestructuras adecuadas a su estrategia.

Una seña de identidad de las bodegas se ha basado en la arquitectura y lo seguirá haciendo en los próximos años. Pero el enoturismo, va más allá de las bodegas involucrando a diferentes actores y empresas que operan en el territorio.

Toca por ello, realizar una apuesta por la formación. Tan importante como las infraestructuras si queremos un territorio competitivo; un desarrollo económico local que vertebra la construcción del territorio.

La formación en enoturismo no es sólo para las bodegas sino para todos los agentes económicos de las zonas vitivinícolas que apuestan por el turismo como recurso, estrategia e instrumento para generar impacto económico local.

Las bodegas contribuyen a activar el turismo del vino y el turismo del vino ayuda a las bodegas a vender más vino. Una ecuación simple y complementaria resumida en un concepto: enoturismo. Y la formación es, sin lugar a dudas, el mejor camino para conseguir un doble objetivo; por un lado, la consolidación de Rioja Alavesa como referencia formativa en enoturismo a nivel internacional. Por otro, la transmisión de ese conocimiento al resto de zonas vitivinícolas para contribuir a la mejora y la capacitación profesional del sector en el estado.

En definitiva, un desarrollo local que potencia las capacidades endógenas por encima de la inversión.